La tecnología de impresión 3D ofrece numerosas ventajas como la velocidad de producción, la gran variedad de materiales o la creación de piezas complejas. Sin embargo, una de las principales preocupaciones al escoger este método de fabricación de piezas y prototipos es su coste.
Reducir el coste del proceso de fabricación aditiva es posible mediante la optimización del diseño, la selección de las opciones de fabricación adecuadas y del acabado y los materiales utilizados.
En este artículo destacamos algunos consejos o estrategias útiles para reducir el coste de la impresión 3D.
Reducción de costes en la etapa del diseño del producto
Existen varias maneras de conseguir reducir los costes mediante el diseño de productos.
En primer lugar, una buena manera de utilizar menos material y, por lo tanto, reducir el coste es el ahuecado de un modelo 3D. De esta forma, se elimina el material del interior de la pieza y, además de reducir el coste, se consigue una pieza más ligera.
Por otro lado, es esencial tener en cuenta el tamaño de la pieza impresa en 3D. Si el tamaño de su prototipo no es importante, ya que es simplemente un prototipo visual, una buena manera de reducir el coste sería reduciendo la escala del modelo.
Reducir los costes mediante la selección de opciones adecuadas
La mejor manera de reducir los costes de material es escogiendo el material adecuado según las necesidades de cada proyecto. Si la pieza impresa es solo un modelo visual, quizás no es necesario imprimirla en un material de alto rendimiento, que siempre tendrán un precio más elevado.
Asimismo, elegir el proceso adecuado para cada proyecto también puede ayudar a la reducción del coste. Tecnologías como FDM y MJF son mucho más económicas que otras como SLS. Por lo tanto, hay que tener en cuenta, una vez más, si el uso de la impresión 3D tiene como objetivo la creación de prototipos o modelos visuales o si, por el contrario, requiere una impresión de alta gama.
Por último, es necesario considerar el volumen de producción. La impresión 3D es la mejor opción para la fabricación de series cortas de piezas o para unidades individuales. En cambio, para lotes más grandes la mejor opción sería optar por otras tecnologías como el mecanizado CNC.
Reducción de costes en la fase de post-procesamiento o acabado de la pieza
El acabado también puede aumentar el precio de la impresión 3D. Por un lado, acabados como el teñido suelen ser una forma más económica de colorear las piezas en comparación con la pintura. Sin embargo, la pintura proporciona un color más duradero y una mayor calidad.
En definitiva, la elección de una opción u otra dependerá siempre de las necesidades y requisitos de cada proyecto, pero siempre hay que tener en cuenta las estrategias que nos permiten optimizar el proceso y ahorrar en los costes que supone la tecnología de impresión 3D.
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