El postprocesado 3D es una etapa crucial en la fabricación aditiva que a menudo se pasa por alto, pero que puede marcar la diferencia entre una pieza funcional y una obra maestra acabada.
Aunque la impresión 3D ha revolucionado la manera en que diseñamos y producimos objetos, el proceso no termina cuando la impresora se detiene. Desde la eliminación de soportes hasta el lijado, pulido y pintado, el postprocesado es lo que realmente da vida a las piezas impresas, mejorando su apariencia, funcionalidad y durabilidad.
En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre el postprocesado 3D, desde las técnicas más comunes hasta los materiales que se benefician de estos tratamientos, para que puedas llevar tus creaciones al siguiente nivel.
¿Cómo arreglar los desperfectos de tu pieza impresa en 3D?
Después de imprimir una pieza en 3D, es habitual encontrarse con imperfecciones como superficies rugosas o marcas de soporte. La eliminación de estas imperfecciones es fundamental para obtener un acabado limpio y profesional. Las técnicas más comunes para corregir desperfectos incluyen:
- Lijado: Para suavizar superficies y eliminar las líneas visibles de las capas. Se suele empezar con lijas de grano grueso e ir avanzando a granos más finos.
- Pulido: El pulido posterior al lijado proporciona un acabado más brillante y suave, especialmente en piezas de plástico como ABS y PLA.
- Acetona para ABS: Un tratamiento con vapores de acetona puede suavizar automáticamente las piezas de ABS, dándoles un aspecto liso y brillante.
Además, existen herramientas específicas de postprocesado que permiten retocar, reparar, corregir las rebabas, limar esquinas…
Relleno de huecos en las impresiones 3D
En algunos casos, es necesario rellenar pequeñas imperfecciones antes de pintar o aplicar cualquier otra capa de acabado. El relleno de huecos es una técnica muy útil para reparar pequeñas grietas o agujeros en las piezas impresas en 3D. Para hacerlo, se pueden emplear varias herramientas y materiales, como:
- Masilla para modelado o epoxi: La masilla es ideal para cubrir pequeñas áreas o juntas en piezas grandes. Una vez aplicada y endurecida, se puede lijar para obtener un acabado liso.
- Pegamentos o resinas: En caso de impresiones en múltiples partes, los pegamentos específicos para plásticos o resinas epoxi pueden ayudar a rellenar huecos o uniones entre piezas, ofreciendo una mayor resistencia.
- Plásticos líquidos o soldadura de filamento: Algunos utilizan filamento fundido con herramientas como el soldador 3D para rellenar huecos, asegurando que el material sea el mismo que la pieza impresa.
Tras aplicar cualquier material de relleno, es recomendable lijar de nuevo para nivelar la superficie y preparar la pieza para etapas posteriores, como el pintado o recubrimiento.
¿Es posible automatizar el postprocesado 3D?
En los últimos años, ha habido un avance significativo en la automatización del postprocesado 3D. Aunque estos procesos suelen ser bastante manuales, existen sistemas industriales que pueden realizar tareas como el lijado, el pulido e incluso la aplicación de recubrimientos de forma automática.
De todas maneras, es importante destacar que estos sistemas de automatización son ideales para la producción en serie, en entornos domésticos o de pequeña escala, pero el postprocesado manual sigue siendo la opción más accesible. Sin embargo, es probable que en los próximos años veamos más avances que hagan el postprocesado 3D completamente automatizado y accesible para todo tipo de usuarios.
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